Hay tristes historias que son necesarias de compartir para que de esa manera, no vayamos a cometer los mismos errores, pues ya que todos somos humanos tendemos a repetir y a confundir, hechos y cosas tan sencillas de resolver pero luego tan complicadas, tan imposibles de solucionar. Y esta es la historia.
Una persona lloraba desconsoladamente, y lloraba mucho, y aunque otras personas se le acercaron, el consuelo nuca llegó. Al fin, yo me adelanté y le pregunté:
- ¿Por que lloras?.
Escucha - me dijo. Y advierte a todo el mundo porque esto no debe volver a suceder:
Un día saliendo de mi casa, muy rápido de mañana encontré que en mi pequeño jardín había brotado una flor hermosa, pero como estaba demasiado apurado, solo me lleve la imagen en la mente y no me acerque para contemplarla. Cuando regresé, por supuesto estaba la flor, mucho más hermosa. Pero tenía tantas cosas por hacer, que la miré unos instantes, entre a mi casa y seguía con mi rutina.
A la mañana siguiente, me dije hoy voy a acercarme a mirar esta flor, tan hermosa, pero por situación de la vida se me fue haciendo tarde y tuve que salir mas rápido. Salí de casa y mire aquella flor, mucho menos tiempo, pero la vi aun mas hermosa. Durante el día pensé, cuando llegue a mi casa voy a mirar aquella flor, siempre de aroma deliciosa. Las horas pasaron y llegue a mi casa, pero había tenido un día difícil, estaba cansado, con sueño, y aburrido, pase tan rápido que me olvide de ver la flor. Me dije, voy a salir un instante, pero me fui olvidando.
Y llegó la mañana siguiente, y me hice el firme propósito de acercarme a la flor y pensé quizás necesite agua, y me puse a buscar un recipiente, y como siempre pasa, no lo encontré. Ya era demasiado tarde, y tuve que salir rápidamente y allí estaba la flor, aun más hermosa. Aún apurado sentí su aroma que emitía, me lleve esa feliz impresión. Durante el día, tuve que hacer muchas cosas de trabajo y personales, cuando regrese a mi casa tenía una serie de cosas por resolver, me acerque un poco ¡Que aroma tan encantador! ¡Que hermosa se veía! Entré a la casa rápido, a traer un recipiente con agua, pero al cerrar la puerta, otras cosas vinieron a mi mente. Y ya no recogí el recipiente de agua.
Y volvió así a venir otro día, ya eran varios días y varios proyectos no resueltos, encontré finalmente el recipiente de agua, estaba llenándolo cuando sonó el teléfono, aquellas llamadas que duran una eternidad. Ya era demasiado tarde, y puse el recipiente a un lado y me apure en salir, no mire la flor.
Una persona lloraba desconsoladamente, y lloraba mucho, y aunque otras personas se le acercaron, el consuelo nuca llegó. Al fin, yo me adelanté y le pregunté:
- ¿Por que lloras?.
Escucha - me dijo. Y advierte a todo el mundo porque esto no debe volver a suceder:
Un día saliendo de mi casa, muy rápido de mañana encontré que en mi pequeño jardín había brotado una flor hermosa, pero como estaba demasiado apurado, solo me lleve la imagen en la mente y no me acerque para contemplarla. Cuando regresé, por supuesto estaba la flor, mucho más hermosa. Pero tenía tantas cosas por hacer, que la miré unos instantes, entre a mi casa y seguía con mi rutina.
A la mañana siguiente, me dije hoy voy a acercarme a mirar esta flor, tan hermosa, pero por situación de la vida se me fue haciendo tarde y tuve que salir mas rápido. Salí de casa y mire aquella flor, mucho menos tiempo, pero la vi aun mas hermosa. Durante el día pensé, cuando llegue a mi casa voy a mirar aquella flor, siempre de aroma deliciosa. Las horas pasaron y llegue a mi casa, pero había tenido un día difícil, estaba cansado, con sueño, y aburrido, pase tan rápido que me olvide de ver la flor. Me dije, voy a salir un instante, pero me fui olvidando.
Y llegó la mañana siguiente, y me hice el firme propósito de acercarme a la flor y pensé quizás necesite agua, y me puse a buscar un recipiente, y como siempre pasa, no lo encontré. Ya era demasiado tarde, y tuve que salir rápidamente y allí estaba la flor, aun más hermosa. Aún apurado sentí su aroma que emitía, me lleve esa feliz impresión. Durante el día, tuve que hacer muchas cosas de trabajo y personales, cuando regrese a mi casa tenía una serie de cosas por resolver, me acerque un poco ¡Que aroma tan encantador! ¡Que hermosa se veía! Entré a la casa rápido, a traer un recipiente con agua, pero al cerrar la puerta, otras cosas vinieron a mi mente. Y ya no recogí el recipiente de agua.
Y volvió así a venir otro día, ya eran varios días y varios proyectos no resueltos, encontré finalmente el recipiente de agua, estaba llenándolo cuando sonó el teléfono, aquellas llamadas que duran una eternidad. Ya era demasiado tarde, y puse el recipiente a un lado y me apure en salir, no mire la flor.
El día transcurrió como muchos y de regreso a la casa, busque el recipiente, puse el agua, abrí la puerta y, en ese momento, recibí la visita de unas amistades, me distraje. Y me dije, mas tarde lo voy a hacer, pero se paso el tiempo y me di cuenta que me olvide de la flor. Otro día mas, y el recipiente estaba allí, lleno de agua como llamando, esperándome. Y me dije, no lo voy a hacer, lo haré por la mañana porque quiero dedicarle más tiempo.
Llegó el día siguiente, y me dije, lo haré cuando regrese más tarde, pero hubo problemas en el tráfico, llegue mas tarde, un día malo , no pude ver la flor. Sentí su aroma, me dije; lo dejo para mañana. Y pasó aquel día.
A la mañana siguiente, dije: “No voy a contestar el teléfono así suene. Ni me esfuerzo si llego tarde, no importa unos minutos mas unos minutos menos, no cambiará”. Salí con el recipiente de agua, pero ya no sentí el aroma de la flor, ya no vi su belleza, ya no lo pude contemplar. Aquella flor maravillosa había muerto, se había secado, se había marchitado. Y si yo le hubiera dado un poco, muy poco nada mas de agua, esto no hubiera sucedido, por eso lloro mi desventura. Mi negligencia y lo absurdo que he sido, ¿Como es posible, que estando frente a mí, yo casi no la vi? Ahora ya no está, mi vida se perdió, se marchito, se fue.
Y aquella persona ya no dijo nada más, entonces comprendí muchas cosas. Comprendí, que dejamos lo fundamental y que luego, luego puede ser demasiado tarde.
Llegó el día siguiente, y me dije, lo haré cuando regrese más tarde, pero hubo problemas en el tráfico, llegue mas tarde, un día malo , no pude ver la flor. Sentí su aroma, me dije; lo dejo para mañana. Y pasó aquel día.
A la mañana siguiente, dije: “No voy a contestar el teléfono así suene. Ni me esfuerzo si llego tarde, no importa unos minutos mas unos minutos menos, no cambiará”. Salí con el recipiente de agua, pero ya no sentí el aroma de la flor, ya no vi su belleza, ya no lo pude contemplar. Aquella flor maravillosa había muerto, se había secado, se había marchitado. Y si yo le hubiera dado un poco, muy poco nada mas de agua, esto no hubiera sucedido, por eso lloro mi desventura. Mi negligencia y lo absurdo que he sido, ¿Como es posible, que estando frente a mí, yo casi no la vi? Ahora ya no está, mi vida se perdió, se marchito, se fue.
Y aquella persona ya no dijo nada más, entonces comprendí muchas cosas. Comprendí, que dejamos lo fundamental y que luego, luego puede ser demasiado tarde.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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Arte para el alma
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El amor y sus misterios
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Como curar un corazón roto
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