Monday, December 1, 2008

CONQUISTA DE LA SABIDURIA


Imperioso, orgulloso y soberbio, este guerrero se planteó el reto de conquistar la Sabiduría, y ciertamente emprendió su campaña dominando con una garra todo lugar y eso él le llamaba la conquista de la sabiduría.

Más llegó un día en que en sueños tuvo una visión, un ser extraordinariamente poderoso se presentó delante el, y le dijo:
- Tus conquistas son menos que el polvo de los zapatos de tu soldado mas insignificante, si quieres conquistar a la sabiduría viaja a través de estas montañas (y le enseño un mapa). Allí en lo alto encontraras un templo y dentro del templo hallaras a la Sabiduría, entonces allí podrás reclamar la gloria. Ahora dices y no sabes lo que dices.

Y el guerrero quedó turbado y sorprendido pues el ser que se había aparecido era tan gigantesco como el firmamento, y él se veía a si mismo insignificante, tan pequeño que él no lo podía soportar. Reunió a su ejército y aun antes de la salida del sol ,inicio su recorrido pero no era fácil, cientos de miles le seguían, pero las montañas eran altas, tanto que por las noches los picos elevados parecían tocar las estrellas.
Y todo ese gran ejercito se fue debilitando y como si fuese un puñado de arena que un día apretamos en nuestras manos. Hoy abrimos nuestras manos y todo aquella arena escapa, huye, desaparece.

A lo largo de los años, su ejercito se convirtió en ninguno y finalmente llegó al templo, anciano y decrepito, sin embargo aun mas arrogante. Abrió bruscamente la puerta y aquel templo era muy grande y sin embargo estaba vacío o así él lo dijo.

Entonces, fue caminando hacía el centro y en el centro, había una pequeña lámpara de aceite que encendida con una mecha muy corta emitía una luz muy tenue. Entonces él recordó su visión y gritó, como desde el centro de su pecho:
- ¿Esta es la sabiduría? Esto tan absurdo y tan ridículo y tan insignificante.

Y cuando termino de hablar, un viento lejano entró pues el hombre había dejado la puerta abierta del templo y aquel viento comenzó a apagar la luz de aquella lámpara y él instantáneamente cubrió aquella insignificante lámpara para que no se apagara. Y en ese momento, una voz poderosa que estremeció el templo y ahora ,al anciano guerrero le dijo:
- Esta es la sabiduría, cuida lo pequeño y serás grande.

Aquel anciano guerrero pudo ver la historia de su vida, la miseria de sus actos y las lágrimas brotaban de los ojos y el entonces dijo:
- Yo no conquiste a la Sabiduría, la Sabiduría me conquisto a mí.

Levanto la lámpara como si esto fuera el tesoro más valioso, la contemplo. Y siguió diciendo:
- ¡Cuan ignorante he sido! ¡ Cuantas vidas se han perdido! Y tú siempre estuviste a mi lado.



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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell

www.mystichealingart.com

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