Algo insólito ha sucedido, sin embargo puede ocurrir.
La montaña era grande y no había nada más alto que ella, pero no fue ni la segunda hora de la tarde que aquella grandeza se hizo pequeña y la gran roca que abrazaba el mismo firmamento vino a ser insignificante, aquella montaña era un grano de arena.
Y aquel sol radiante que iluminaba la faz de la tierra y que parecía que su luz jamás se iba apagar, en un instante se transformo en una pequeña gota de luz que como vuelo de libélula pronto se acabó, y ese gran sol se hizo oscuridad.
Y el mar que era inmenso y no tenía limites y no se conocía su principio y su final, y su hondura era como la del firmamento, podían caber las estrellas, pronto el mar se secó y vino a ser desierto y las olas no hicieron lunas ni siquiera de barro sino de polvo seco y reseco, se agrietó, ese mar lo perdió todo.
Y el viento que rugía , que parecía invadir lo espiritual, y como si se hubiera desplomado el viento se paró y de gruñir como mil leones no maulló siquiera como gato, en fin fue convertido en silencio como el sepulcro.
¿Qué paso?
La flor se marchitó, el bosque no vino a dar más frutos, ni aromas, ni cautivó de amor nunca jamás, pues el corazón se decepciono.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
http://www.mystichealingart.com/
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