Una alta montaña se erguía como orgullosa, sus alturas tocaban las estrellas; debajo, en las faldas de ella, en sus laderas, habitaban curiosos personajes, pueblo un tanto necio que se quejaba siempre de vivir a la sombra de la montaña. Decían : " Nos tapa la luz del sol, la visión del horizonte, gran parte del océano; no vemos ni las estrellas, es necesario hacer de esta montaña un llano, para así contemplar el horizonte, las estrellas y mucho mas”
Tal fue su obstinación, que durante años dinamitaron a la montaña y llego pues el día que no había montaña; se contemplaba el horizonte, las estrellas pero cual fue su sorpresa, cuando pueblos vecinos comenzaron a desear la tierra de aquellos habitantes que habían vivido antes a los pies de la montaña; fueron entonces atacados, ya no había montaña que los protegiese, la luz intensa del sol quemo sus campos, los vientos como guerreros locos, esparcieron las cenizas y el pueblo que vivía a los pies de la montaña lloro amargamente contemplando las estrellas y el horizonte hasta que por no tener la frontera natural, el pueblo que no comprendía ni valoraba, se convirtió en arena seca, polvo que el viento esparció.
Se cuenta que pasaron los años y que de ese pueblo ya no hay ni recuerdo. Y los que extrañamente llegaron a pasar por estos caminos decían para si: " Que linda fuese esta tierra si hubiera una gran montaña para que su presencia fuese una barrera natural que nos cuide y nos proteja, pero esto es un sueño que jamás se hará realidad."
Tal fue su obstinación, que durante años dinamitaron a la montaña y llego pues el día que no había montaña; se contemplaba el horizonte, las estrellas pero cual fue su sorpresa, cuando pueblos vecinos comenzaron a desear la tierra de aquellos habitantes que habían vivido antes a los pies de la montaña; fueron entonces atacados, ya no había montaña que los protegiese, la luz intensa del sol quemo sus campos, los vientos como guerreros locos, esparcieron las cenizas y el pueblo que vivía a los pies de la montaña lloro amargamente contemplando las estrellas y el horizonte hasta que por no tener la frontera natural, el pueblo que no comprendía ni valoraba, se convirtió en arena seca, polvo que el viento esparció.
Se cuenta que pasaron los años y que de ese pueblo ya no hay ni recuerdo. Y los que extrañamente llegaron a pasar por estos caminos decían para si: " Que linda fuese esta tierra si hubiera una gran montaña para que su presencia fuese una barrera natural que nos cuide y nos proteja, pero esto es un sueño que jamás se hará realidad."
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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