En aquel pueblo vivía una familia muy pero muy pobre, todos salían a trabajar antes que saliera el sol y cada quien hacía lo mejor que podía. Y había en esa familia, alguien a quien los problemas le afectaban demasiado y buscaba superarse, pero no era posible no había medios ni recursos. Entonces se dirigió hacía la playa y le dijo al mar:
- Sí no puedo cambiar mi situación prefiero abandonarme y morir.
- Sí no puedo cambiar mi situación prefiero abandonarme y morir.
Y la mar levantó una ola y en aquella ola se escuchaba una voz, que le decía :
- Morir no es una opción, yo no te daré la fortuna pero te daré un consejo: La más grande fortuna está en lo pequeño, huye del color dorado, huye de ese metal. Yo sé lo que te digo, y de mi algún día te acordarás. Toma sólo lo más pequeño del camino porque esto es la fortuna real. Y ahora, ¡veté! por que tienes mucho por hacer, y ten la seguridad que algún día nos volveremos a ver.
Y entonces, aquel joven regresó con los suyos. Y ellos estaban lamentándose y sus mentes consumiéndose.Ellos tenían mucha necesidad estaban llenos de desesperación, llenos de ambición.
Sucede, pues que pasó el tiempo,y éstos crecieron al punto que encaminaron planes y proyectos , algunos pequeños y honestos , y otros muy por el contrario , deshonestos que hicieron fortuna de mala manera , asaltando, robando ; y de pronto tenían grandes posiciones , y pronto se juntaron con otros iguales a ellos y todo lo asociaron con el oro.
Pero aquel que había ido al mar, rechazó esa conducta y humildemente se había vuelto agricultor y cosechaba sus semillas, las guardaba y él se decía: " Con un puñado de esto puedo saciar mi hambre .Esto es una gran fortuna"
Y luego pasó el tiempo y el mar inundó el pueblo y se perdió prácticamente todo y mientras el mar crujía con el viento, la gente buscaba alguna vía de escape y toda su fortuna acumulada ya no compraba nada. Era una gran crisis y le gente comenzaba a sufrir de hambre, de frío. Sucedió pues, el pueblo comenzó a pelear, a matar y a morir.
Pero aquel que había hecho de su fortuna un campo de semillas, vio cumplida la profecía, pues por más tesoros acumulados nadie pudo sobrevivir. El único que sobrevivió fue, el que humildemente supo seguir el consejo.
Y es bueno que aquí, halla entendimiento pues muchas veces buscamos la seguridad en la inseguridad, buscamos la fortaleza en aquello que está vacío pues la ambición corrompe el corazón. Y por el contrario, el servicio espiritual es el cambio que promete un cambio real.
Aquel hombre en su campo fue salvo junto con los suyos, pues si bien no tuvo riquezas, tuvo siempre lo necesario para evitar lo que a los demás por desgracia y ambición, les sucedió.
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