Y el niño miraba las estrellas desde su cuarto , tenía el deseo de alcanzar una y tomarla entre sus manos , y así se pasaba todas las noches sin dormir.
Hasta que un día sin que nadie se diese cuenta , se había preparado y recogido muchas pequeñas piedrecillas . Y al caer la noche comenzó a tirar las piedrecillas en dirección a las estrellas a ver si alguna podía caer , y así fue pasando la noche . Y al ver que nada sucedía y teniendo la última piedrecilla disparó su onda con gran empeño y en ese instante tembló la tierra.
Entonces, el niño se asustó y tiró todo lo que tenía entre sus manos y en el fondo del corazón , él se decía :
- La alcancé , la alcancé . Seguro que esta vez , una de ella cayó.
Y así se quedó dormido y cuando despertó había olvidado lo sucedido . Y llegó la noche , pero esta noche era más oscura que las anteriores pues el cielo estaba cubierto de nubes . Más el niño pensó para sí :
- ¡ Que horror ! ¿ Qué he hecho ? Mis golpes han dañado todas las estrellas , ahora recuerdo aquel estruendo .
Entonces, salió de su casa despavorido y a menos de cien metros se encontró un pequeño vidrio que con las luces de la ciudad reflejaba y brillaba. El niño tomó entre sus manos el pequeño vidrio y le dijo :
- Perdóname estrellita , pareces cansada de brillar. Seguro te he hecho daño y en mis manos vas a morir , yo ésto no lo puedo permitir.
Entonces, la alzó al cielo y le dijo :
- ¡ Vuela por favor ! Diles a tus hermanas que me perdonen.
Pero aquella estrellita parecía apagarse más y más , y no se elevaba por encima de él. Entonces, el niño dandose cuenta se acongojó más y más, y en su alma inocente e infantil lloró intensamente así como fue su primer día al nacer. Y el niño recordó y recordó una canción de su colegio , como sí ésta le diese fuerza , como sí fuese la llave del mismo universo, le cantó al pequeño vidrio :
- " Estrellita, estrellita ¿ dónde estás ? Quiero verte titilar ".
Y es aquí donde la vida , los sueños , el misterio, la fantasía y la realidad se conjuga . Y entonces, en aquel instante un viento pasó y movió las nubes del cielo , y ¡ Oh prodigio y encanto para sus ojos ! repentinamente pareciera como si las estrellas hubieran escuchado su canción , pues había más estrellas como nunca jamás. Y aquel vidrio brilló y brilló, y fue tanto su brillo que el mismo cielo se iluminó y repentinamente aquel vidrio ya no estaba en sus manos y en el cielo parecía surgir una estrella muy brillante , más brillante y más grande que todas las demás.
Pintura y Escrito : Oscar Basurto Carbonell
No comments:
Post a Comment